[Opinión] Volví a jugar World Of Warcraft

El juego de Activision Blizzard y yo tenemos un largo historial de rupturas y encuentros. Y me parece que esa siempre es una buena historia para contar.

Este como tantos otros textos empieza con una breve introducción, algo para estar más en sintonía con el yeite de la cuestión.

Foto de una invasión a Stormwind antes de la salida de Pandaria, como para poner en perspectiva la época de la que hablamos.

El universo de Warcraft me cautivo desde el minuto 1, por aquel entonces en algún ciber de Villa Rosas, a unos 30 minutos del centro de Bahía Blanca. En un lugar alejado bastante del movimiento de la ciudad, y como buen barrio de los noventa con mucha impronta de pueblo, un pequeño Naiko queria saber mas de estos elfos que atacaban humanos, de estos orcos que talaban bosques mientras resisten las hordas de no muertos y, por sobre todas las cosas, de los magníficos “Héroes” de los que el juego tanto hablaba.

Hace algun tiempo habia tenido un primer contacto con este maravilloso universo en el Tides of Darkness de Play 1, pero la verdad que manejar un cursor con esos prototipo de analgico, seamos sinceros, no era la mejor manera de pasar la tarde.

Años después la vida me encontró con la posibilidad de a mediados del 2012 poder acceder finalmente al servidor oficial de Blizzard en Latinoamérica, Ragnaros.

Claramente tuve un arduo y largo paso por servidores privados, uno más lleno de bugs y leyendas que el otro, pero con esas anecdotas voy a robar en otro momento.

Si ese dia no aprendí el significado de World Boss, pega en el palo

La cuestión es que desde ese entonces hemos tenido nuestros idas y vueltas, con muchas cuestiones en el medio. Desde la simplificación masiva de distintos elementos del juego, que en muchos casos lo distingue del resto, hasta el abandono total por parte de los directivos en estos últimos años. Varios han sido los motivos por los que me fui alejando de una franquicia que llevo tatuada en la piel, y varios más han sido por los que he decidido volver.

Pero todo tiene un límite.

Una viva imagen de lo que fue, y es, la actualidad de la empresa.

De la noche a la mañana la empresa que mas habia amado, pero de la que me había alejado porque su contenido venía siendo bastante mediocre, se había transformado en una especie de película de terror. Si hiciera un checklist de cosas que ya no negocio en mi vida y que me parecen nefastas, creo que Blizzard lo completaría de punta a punta.

Y ahí fue cuando empezó en mi una batalla ético/moral de la que todavía, no estoy muy seguro, creo que no sali.

Por un lado tengo un juego falto de contenido, con una empresa mediocre que representa todo con lo que estoy en contra hace basta tiempo. Por el otro tengo la nostalgia pisando a flor de piel, y casi la excusa perfecta para salir de esta que es: “No no, lo hago por laburo”.

Y la verdad que es que creo que tampoco hay que andar careteandola mucho.

Por lo pronto voy a volver a jugar, por ahí entendiendo desde el lugar que ocupo dentro de El Cubil Del Mal, que los cambios nefastos que vemos en la comunidad van a seguir estando a menos que hagamos algo desde adentro para cambiarlo.

 

Ya veremos como avanza esta titánica tarea.

Si te gustó no olvides compartir la nota o dejarnos un comentario!

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Copyright © 2021 – ECDM Producciones – Todos los derechos reservados