El bloqueo creativo y la crisis del desarrollador

La Katábasis

Frente a una página en blanco, le autore mira detenidamente el teclado y reflexiona. Comienza a escribir un par de oraciones pero se arrepiente de su contenido y decide borrarlas. El proceso se repite de maneras infinitas consumiendole. El final de esta historia depende de la decisión que tome. Atormentade por las pretensiones de una estructura que solo se complace con lo exitoso, acompañade de una obsesión enorme con la productividad. Le artista finalmente cae de rodillas a la merced de lo que suceda. “Se manda al muere”, y así, su trabajo, por más penoso que pueda llegar a ser, existe, y eso en si mismo es una victoria.

El famoso bloqueo creativo es una de las dolencias, lamentablemente, más comunes que une artista puede llegar a tener. Teniendo en cuenta que nuestro foco en El Cubil del Mal es el mundo del videojuego, el acercamiento que tendremos respecto a este tópico sera un blend de tintas. Acompañándonos hoy tendremos a un estudiante de letras y escritor, Gonzalo Simonetti, una estudiante de diseño narrativo y letras, Florencia Del Pino, y un diseñador de juegos, Matías Paredes.

La idea de esta mezcla es poder encontrar los puntos en común del mundo de la literatura y el mundo del videojuego para poder hacernos las grandes preguntas filosóficas y creativas. ¿Qué es el bloqueo creativo y la crisis del autor? ¿Cómo podemos enfrentar a éstas problemáticas? ¿En algún momento dejaremos de condicionarnos por nuestra humana obsesión por el éxito y las demandas en la sociedad capitalista? Y por ultimo, y más importante para los fichines: ¿Podremos lograr que nuestro trabajo sea auténticamente nuestro y alejarlo de manos de productoras sedientas de dinero?

¿Cómo lo pongo en papel?

Para comenzar, necesitamos definir lo que es el bloqueo creativo. Se lo puede considerar un agotamiento de la creatividad, de ideas y falta de progreso. Se trata de un estado en donde somos incapaces de producir, metafóricamente nos encontramos frente a una pagina en blanco, que más allá de que intentamos llenar, borramos pues no nos satisface. Es un momento en donde nada parece saciarnos.

Hay muchas razones por las que podemos llegar a tener un bloqueo creativo, pero principalmente se lo suele relacionar a “quemarse” o como se le dice en el lingo de desarrollo de videojuegos “burnout”. Esto significa que nuestro nivel de exigencias, ya sea externa o interna, ha logrado causar un agotamiento emocional, psíquico e incluso físico sobre el individuo. En la industria de los videojuegos esto es algo sumamente común, y suele ser un derivado del “crunch”, o sea, horas extra de trabajo intensivo con el fin de llegar a una fecha de entrega. Una práctica que es moneda corriente en las empresas de producciones gigantescas.

El bloqueo creativo también se puede deber a momentos de la vida misma que nos dejan con un intenso agobio emocional con el cual es difícil lidiar. Es por eso que es importante no olvidarse de que el bloqueo creativo no es algo crónico, y en eso coincidimos les cuatro integrantes de la conversatoria sobre el tema. Si estás pasando un momento dificil y tenés que llevar adelante un proyecto que no sabés cómo avanzar, te recomiendo la charla “You’re Not Broken: Finding Your Creative Way Through Difficult Times” de la diseñadora Laralyn McWilliams. 

¿Hay escapatoria?

Ahora que entendemos mejor de que se trata todo este embrollo, indaguemos en cómo enfrentarlo. Para comenzar siempre es importante recordar cual es nuestro norte, esa cosa que nos lleva hacia adelante, necesitamos motivación y cierta estructura. Es clave entender cual es nuestra intención a la hora de buscar lo que uno quiere decir, no condicionarse por públicos específicos o ciertas demandas externas (aunque si estamos en un espacio de trabajo que nos condiciona, vamos a tener que negociar con eso) . Románticamente dicho, hay que seguir nuestro instinto. Una buena manera de hacer esto es acotar nuestro consumo de información a lo que más nos sirve en el sentido creativo para poder conectar mejor con nuestra inspiración.

El bloqueo creativo no necesariamente se tiene que evitar, debemos tener consideración de que es una crisis, y por tanto, implica que se avecina un cambio. Cuando se tiene el bloqueo, no hay que castigarse. Hay que permitirse parar y respirar, no olvidarnos que no somos máquinas. Esto es un derivado de las exigencias que se nos piden desde los discursos de alta productividad. No hay que enfocarnos en la meta impuesta sino en el hacer (cuando salga). Y como punto más importante entender que en la praxis el reconocimiento (o más bien nuestra narcisista obsesión por el éxito) se vuelve irrelevante.

No obstante, si deseamos evitar el bloqueo, es esencial darse una pausa. Necesitamos descansar, darnos tiempos e incluso buscar inspiración. Dicha inspiración no necesariamente viene del trabajo que hacemos. Podemos encontrar distintos canales para inspirarnos y volver al papel cuando vuelva el entusiasmo. No hay que dejar de tomarse un minuto para levantar la mirada de la hoja y observar alrededor. Otro detalle a tener en cuenta es el de intentar delimitar lo que consideramos espacios de ocio y espacios de trabajo. Cuando todo se vuelve trabajo, se torna insoportable.

La influencia

Algo hermoso que quedó del conversatorio es entender que ésta es la sociedad del collage. No hay un trabajo que se crea sole, siempre existen las influencias. El punto clave teniendo esto en cuenta es la conectividad generada a través del trabajo colectivo o influenciado. Entender que la influencia no mata la autenticidad de nuestro trabajo es crucial.

A la hora de lidiar con condicionantes externos que limitan nuestras libertades creativas, mencioné previamente que es algo con lo que hay que negociar. No obstante, no hay que olvidarnos de que se puede lograr una obra autenticamente nuestra sin caer en un condicionante extremo. La mirada ajena se considera bajo nuestros propios términos.

Preguntarnos qué significa que algo sea nuestro también es relevante, es una puerta abierta para decidir con qué limitaciones o condicionantes nos quedamos. Aquí mismo radica la negociación de la cual estuvimos hablando. La realidad es que no siempre vamos a quedarnos satisfeches con lo que terminemos haciendo, aún más con las ya mencionadas demandas de superiores en el ámbito laboral. No obstante, no debemos permitir que eso nos consuma. Recordemos tomarnos un descanso y considerar al arte como camino de sanación.

Conclusión

Aplicado a la práctica puede parecer sumamente dificil, y lo es. Las mentes creativas y artísticas luchan día a día para poder sacar adelante el fruto de su dedicación, y ocasionalmente deben enfrentar situaciones desgastantes. ¿Pero no es acaso el conflicto aquello que hace que nuestro arte sea más revolucionaria? 

No debemos olvidarnos de que, como artistas, estamos bastante en la misma. Es cierto que muches tenemos distintos privilegios o desventajas a visibilizar y reconstruir. Es por eso que es esencial el trabajo colectivo y los espacios en donde movilizar nuestra creatividad, en pos de ser mejores colectiva e individualmente. Todes en algun momento estuvimos bloqueades, por lo que mi ultimo consejo es pregonar el apoyo mutuo.